La avalancha de participación social de las mujeres en Argentina en las últimas dos décadas también hizo despertar al fútbol femenino de un letargo de más de un siglo, vivido a la sombra de la hegemonía de los hombres.

Movimientos multitudinarios en las calles como Ni Una Menos contra la violencia de género o en favor del Aborto Legal le dieron a las mujeres fortaleza para exigir el respaldo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y declarar hace tan solo cuatro años, en 2019, la semiprofesionalización de la actividad.

¿Por qué no se desarrolló a la par del fútbol masculino de Argentina, reconocido a nivel planetario y con tres campeonatos mundiales conquistados? Simplemente porque se le daba la espalda.

"El mayor crecimiento del fútbol femenino se da en los últimos años, relacionado al avance del movimiento feminista, a la toma de las calles, a las transformaciones políticas, culturales, sociales, económicas, así como a la aprobación de leyes como el matrimonio igualitario y otros derechos", afirma Ayelén Pujol, exfutbolista, feminista, periodista y autora del libro "¡Qué jugadora!", en una conferencia en la escuela de periodismo Deportea.

A las puertas de que la Selección juegue la Copa Mundial Femenina de la FIFA en Nueva Zelanda y Australia-2023, Pujol recuerda que el primer partido de mujeres en el país "se jugó el 5 de octubre de 1913 en un predio de la Sociedad Rural".

Según Pujol, siempre jugaron las mujeres, pero es ahora cuando "hay una articulación entre el movimiento en las calles y las futbolistas en las canchas".

Y no sólo jugando. Nunca como ahora hay tantas en las tribunas de la Liga masculina y fueron decenas de miles cuando 5 millones de personas celebraron el Mundial ganado por la Argentina de Lionel Messi en el Mundial de Catar-2022.

Una diosa del gol

La selección femenina ha jugado tres mundiales, en 2003, 2007 y 2019, pero sin poder superar la fase de grupos ni ganar siquiera un partido.

La mayor hazaña histórica fue remontar un 0-3 y empatarle 3-3 a Escocia en el Mundial de Francia-2019.

La gran mayoría de los aficionados acaba de enterarse que no fue en México-1986 la primera vez que un seleccionado albiceleste le ganó a Inglaterra en un Mundial. La memoria colectiva futbolera se remonta a 'La Mano de Dios' y 'El Gol del Siglo', ambos de Diego Maradona.

Pero en 1971, en un Mundial que no organizaba la FIFA sino empresas privadas, en el mismo estadio, el Azteca, ante 100.000 espectadores, las mujeres le ganaron 4-1 a Inglaterra, con cuatro goles de Elba Selva.

"En México me halagaban, pero cuando llegamos aquí no había nadie para recibirnos, nadie sabía nada", cuenta Selva, a los 75 años. Eran invisibles, e incluso criticadas por "varoneras", como dice Pujol. El fútbol masculino lo dominaba todo.

En el siglo XXI, un gran paso dio la Selección en 2006 al ganar el Sudamericano Femenino con triunfo a Brasil 2-0 en la final.

Rezagadas

"Seguimos usando la ropa que sobra del fútbol masculino y no contamos con espacio físico ni materiales a la hora de entrenar. La mayoría de los clubes no cuentan con divisiones inferiores y en los colegios no se incentiva la práctica del deporte. No contamos con cobertura médica en caso de lesiones, ni tenemos contratos profesionales. Porque sufrimos abusos y no se respetan nuestros derechos", señala el movimiento Pibas con Pelotas, de futbolistas y entrenadoras. 

A futbolistas de los clubes "no les alcanza (el ingreso) ni para ir a entrenar todos los días. Si te levantas a las 6 de la mañana y laburás (trabajar) todo el día, tampoco vas a poder ser profesional", señala Camila Gómez Ares, exvolante de Boca Juniors, ahora en Universidad de Concepción de Chile.

"Cuando jugaba en Boca no nos iba a ver nadie. Jugábamos en canchas de pasto sintético. La ropa me quedaba grande, enorme", manifiesta Julia Paz Dupuy, ahora jugadora de fútbol sala en Poio Pescamar de España.

Pero las albicelestes no se rinden. Su reto ahora es el fixture mundialista del Grupo G, frente a selecciones de mayor poderío: Italia, Sudáfrica y Suecia.

Entre las figuras del equipo están la arquera Vanina Correa (Rosario Central), la defensora Aldana Cometti (Madrid CFF, España) Adriana Sachs (Santos, BRA), la volante Estefanía Banini (Atlético de Madrid, España) y las delanteras Florencia Bonsegundo (Madrid CFF) y Yamila Rodríguez (Palmeiras, Brasil).