Un tribunal suizo estimó este martes que la FIFA despidió de mantera injustificada y sin preaviso a su antiguo secretario general interino, el alemán Markus Kattner, cesado en 2016 por incumplir suspuestamente con sus responsabilidades financieras.

El despido "se considera injustificado, contrariamente a lo que había decidido en el pasado el tribunal laboral de Zúrich", indicó a la AFP un portavoz de la Corte Suprema de Zúrich.

La sentencia se dictaminó en octubre pasado, pero no se hizo pública hasta ahora.

Kattner, director financiero de la institución deportiva desde 2003 y secretario general adjunto desde 2007, tomó las funciones de secretario general interino a mediados de septiembre de 2015 tras el cese del francés Jérôme Valcke, implicado en un caso de venta de entradas en el mercado negro.

Menos de un año después, en agosto de 2016, la FIFA anunció el cese de Kattner después de "una investigación interna que reveló incumplimientos en sus responsabilidades financieras en relación a su función". 

La encuesta interna abarcaba el periodo entre 2008 y 2014 y en ella se acusaba al dirigente alemán de haber cobrado importantes primas previstas en su contrato, pero que se mantenían en secreto y solo algunos responsables de la FIFA conocían esos términos contractuales.

Para justificar su despido sin preaviso, la FIFA le acusó de haber grabado ilegalmente una reunión. Contrariamente al tribunal laboral, la Corte Suprema estimó que hacerse con el audio de la reunión no era motivo valedero para justificar la medida de la institución.

El caso de Kattner fue uno de los numerosos episodios del escándalo de corrupción que estalló en el seno de la FIFA el 27 de mayo de 2015 con la detención en Zúrich, a petición de la justicia norteamericana, de numerosos responsables de la institución.

El presidente de la FIFA, Sepp Blatter, anunció su dimisión poco después. Su sucesor, Gianni Infantino, fue elegido el 26 de febrero de 2016, unas semanas antes del cese de Kattner.

Por otro lado, Kattner recibió en junio de 2020 una sanción de 10 años de suspensión de toda actividad relacionada con el fútbol por haber recibido esas primas, además de una multa de un millón de francos suizos (unos 940.000 euros).