"Las mujeres son totalmente capaces, simplemente hay que darles la oportunidad", defiende firmemente Hasna Doumi, que se convirtió en la primera entrenadora de un equipo masculino en la rica historia del fútbol marroquí.

Esta exfutbolista profesional de 29 años está, desde marzo, al frente del Ittihad Riadi Fkih Ben Salah (IRFBS), que milita en la segunda división de la liga nacional de fútbol amateur, que en la práctica equivale a una cuarta división.

En el modesto terreno de Fkih Ben Salah (centro del país), Hasna Doumi, vestida de negro, con una gorra y un silbato, toma posiciones. Da indicaciones a sus jugadores, que las siguen de manera atenta y tranquila, en un ambiente cordial.

"Es un honor ser la primera entrenadora de un equipo masculino en Marruecos. Un orgullo también para mis padres, que siempre me han apoyado", asegura a la AFP después de la práctica.

En una sociedad con costumbres conservadoras, espera que su labor sirva para lanzar un mensaje a los responsables del fútbol. "Hay que confiar en las mujeres porque tenemos entrenadoras muy competentes", afirma Doumi, que también es profesora de Educación Física.

"Barco a flote"

La prueba de ello es que, a su llegada al IRFBS hace tres meses, el club estaba estancado en el decimotercer puesto y amenazado con descender.

Cuando le propusieron el trabajo, "el equipo estaba en el fondo de la clasificación", recuerda la joven mujer.

Hasna Doumi tomó las riendas y el equipo consiguió siete victorias y dos empates, para un total de 23 puntos, que permitieron la salvación. "Ha sacado el barco a flote", celebra el director técnico del club, Abderrahim El Khadimi. El equipo terminó la temporada en la mitad de la tabla.

Entre los jugadores también hubo alivio por la permanencia en su categoría.

"Llegó en un momento crítico. Hemos trabajado mano a mano y hemos superado las dificultades", explica el capitán, Abdelhadi Bennane, admitiendo que el nombramiento de Hasna Doumi fue en su momento "una sorpresa".

"Ella tiene una personalidad fuerte. Escucha y finalmente el hecho de que sea una mujer ha cambiado muchos puntos de vista", admite el futbolista de 28 años". Para él, "que sea una mujer o un hombre no es una gran diferencia".

Pese a su juventud, Hasna Doumi tiene ya una carrera larga. Como entrenadora ha dirigido a equipos locales femeninos o de juveniles, antes de ser entrenador adjunta en una sección masculina del Olympique Fkih Ben Salah, otro club local.

Como jugadora, formó parte desde 2009 de la élite de la liga femenina.

Evitando la misoginia

"El fútbol es un amor que cultivo desde mi más tierna infancia", asegura.

Después de cumplir su sueño de practicarlo, optó por pasar a los banquillos "para seguir cerca de los terrenos de juego".

¿Cuáles son sus modelos como entrenadora? Josep Guardiola (Manchester City), Walid Regragui (seleccionador de Marruecos, que llevó al equipo a unas históricas semifinales en el Mundial-2022) y también Lamia Boumehdi, la entrenadora marroquí del club femenino TP Mazembe (República Democrática del Congo).

Para disfrutar de su pasión ha tenido que ir esquivando los prejuicios y la misoginia.

"La única dificultad para mí es la mirada de la sociedad. El fútbol es para los hombres, dicen", lamenta.

"En la vida real, nadie se atreve a criticarme. Es más bien en las redes sociales, detrás de las pantallas, donde se esconden y me insultan", opina.

Hasna Doumi estima sin embargo que "las cosas se mueven" en el país, con el impulso sobre todo del gran Mundial de la selección masculina marroquí el año pasado.

"He percibido un número cada vez más importante de mujeres que desea implicarse en el fútbol", cuenta.

"Si tienes un objetivo en mente hay que luchar para alcanzarlo, con motivación y determinación lo puedes conseguir", asegura.