El Inter de Milán, que se proclamó el lunes campeón de la Serie A, convirtiéndose en el segundo club italiano en alcanzar los 20 'Scudetti', puede soñar con un futuro reluciente en los terrenos de juego, a condición de disipar algunos nubarrones amenazantes.

Seguir haciendo historia

Tras asegurar el título, el final de temporada no es intrascendente para el Inter, al que aún le quedan partidos para batir varios récords históricos.

El equipo de Simone Inzaghi ya no puede batir el récord de puntuación que tiene la Juventus desde 2012-2013 (102), pero sí el de menos goles recibidos que tiene el equipo de Turín con 20 en 2011-12 y 2015-16 (el Inter ha encajado hasta ahora 18) y el de 'clean-sheets' o partidos sin goles en contra, en poder también de la Juve con 21 en 2010-2011 (suma 19), así como el de mayor ventaja a un segundo clasificado que tiene el propio Inter desde la temporada 2006-2007 (22 puntos a la Roma, actualmente aventaja en 17 al Milan).

Recuperar protagonismo en Europa

Todo parece indicar, vista la superioridad 'nerazzurri', que el Inter será el gran favorito al 'Scudetto' la próxima temporada. A priori, el plantel conservará a sus principales figuras e Inzaghi renovó su contrato como entrenador por otros dos años, hasta 2027.

El capitán y goleador Lautaro Martínez negocia desde hace semanas una extensión de su contrato, que acaba en 2026 hasta 2029, con una mejora salarial para el argentino, que pasaría de cobrar seis millones de euros por temporada a nueve.

El gran objetivo del Inter el próximo año será, además de conservar el título nacional (algo que no consigue ningún equipo desde la Juventus en 2011 y 2020), recuperar protagonismo en la escena europea.

Finalista de la Liga de Campeones en 2023, el camino europeo esta última temporada quedó cortado en octavos, eliminado en los penales por el Atlético de Madrid.

 Sanear las cuentas

La situación financiera del Inter es comparable a la de los otros dos gigantes del 'calcio', Juventus y AC Milan. Aún no han digerido los excesos de los años 2010 en el mercado de fichajes y las consecuencias de la pandemia del Covid-19, con pérdidas millonarias.

El Inter presentó 85 millones de euros (unos 91 millones de dólares) en pérdidas en el ejercicio 2022-2023, por los 140 de la temporada anterior. 

Para hacer frente a la situación, el grupo chino Suning, propietario del Inter desde 2016, contrajo un préstamo en 2021 con el fondo de inversión Oaktree, que llega a su fin el mes próximo.

Debe devolver 380 millones de euros si no quiere ceder el control del club a Oaktree; una situación parecida a la vivida por el AC Milan, que en 2018 pasó a manos del fondo Elliott, que concedió un préstamo al propietario, el consorcio chino Li Yonghong, que no pudo reembolsarlo. El club 'rossoneri' pasó a control de otro fondo estadounidense, RedBird, en 2022.

Según la prensa especializada, Suning podría beneficiarse de una prórroga con un nuevo préstamo de 400 millones de euros contraído con otro fondo norteamericano, Pimco.

Steven Zhang, presidente de Suning y del Inter, negó el pasado fin de semana los rumores insistentes a un inminente cambio en la propiedad. "Todos los días hay rumores. Todo lo que puedo decir es que vamos a seguir luchando y ganando", declaró al margen del Gran Premio de China de Fórmula 1.

Otra cuestión a resolver, fuera del terreno de juego, es la referente al estadio. Como el AC Milan, el Inter desea abandonar el emblemático San Siro, que se ha quedado obsoleto, para aumentar sus ingresos comerciales.

El Inter ya ha mostrado su interés en construir un nuevo estadio en localidades como Rozzano y Assago, en la periferia sur de la capital lombarda, y debe decidir antes del 30 de abril si compra o no los terrenos destinados a albergar un nuevo estadio para 70.000 espectadores, con un museo incluido.